Si un amor genuino se te ha escapado hasta ahora, o si crees que has encontrado a la persona perfecta y quieres que te resulte bien, o si los reproches y la confusión te han hecho pensar que tal vez no existe el amor con el cual has soñado, las siguientes páginas han sido escritas para ti.
Si eres como yo, te han dicho que el sexo es malo. Pero cuando preguntas por qué, escuchas algo como, "simplemente es malo, así que no lo hagas", o "¡Te vas a contagiar con una enfermedad o vas a terminar embarazada!" Aunque estoy seguro de que sabes que el sexo tiene sus consecuencias —y pueden ser lamentables si es que ocurren—, estas razones no siempre son convincentes ni suficientes.
Nuestra generación ha sido enseñada cómo evitar las enfermedades venéreas, los medios de comunicación enseñan 'cómo seducir en 15 minutos' o 'aumentar la frontera de tu placer', pero lo que en verdad queremos saber es cómo encontrar y gozar un amor auténtico, cómo fortalecer, y mantener una relación de amor verdadero, un amor que crece, hace feliz y llena. Se supone que el sexo es un gran regalo, y uno se cansa de escuchar sobre las enfermedades y la cantidad de embarazos no deseados. Si estás listo para otra perspectiva, si quieres que el regalo del sexo y lo que significa sea tan grande como fue la intención, continúa leyendo. Yo me reúno con algo así como 15,000 jóvenes de colegio y universidad todos los meses... le he dedicado mi vida a este 'asunto' y lo que sigue son algunas de las mejores preguntas que he oído. Buscando las mejores respuestas, descubrí que la gran clave que abre el misterio de la sexualidad es la reverencia, la pureza de corazón. A medida que vamos perdiendo la reverencia hacia el sexo y lo que significa, nos vamos haciendo ciegos e insensibles a una realidad capaz de deslumbrar y dejar al mundo sin respiración de lo maravillosa que es.
Cristo lo dijo: 'Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios' (Mat. 5:8). Alcanzando la pureza de corazón, un hombre realmente se hace capaz de ver la imagen de Dios en una mujer, y una mujer realmente llega a ver la imagen de Dios en un hombre. Así redescubrimos cómo amarnos: como Dios nos ama. Acepta el desafío... Si tengo el coraje y la valentía de oír a Cristo (más que a mi imaginación o justificaciones convenientes), ¿me pedirá que le dé algo que en realidad no quiero darle? Si no aceptamos el desafío de mirar con honestidad dentro de nuestro corazón, si vivimos como si en nosotros no hubiese nada necesario de arreglar, nos estamos engañando. Si realmente quieres encontrar el amor y ser libre, oye la buena noticia: la verdad te hará libre.
Ha llegado nuestro turno para una nueva revolución sexual. El plan de Dios para el amor es TODO lo que nuestro corazón anhela y parece no terminar de encontrar. Para recibirlo, debemos aprender a darlo. Aquellos que lideren a nuestra generación en el camino hacia esa victoria, serán aquellos que hayan conquistado su pasión egoísta y autocompasiva, entregándose por entero a Cristo. Acepta el desafío con el entusiasmo, el coraje y la fuerza que nos da nuestra juventud.
Es mi oración que todos los que lean este librito encuentren guía donde haya desorientación, estímulo donde haya desesperanza, luces para sanar donde haya heridas y el inmenso gozo y paz que provienen de ofrecerle a Dios todo lo que somos, todo lo que tenemos y todo lo que hacemos.
¿Cómo encuentro el amor?
Todos quieren amor. Todos añoran el entregarse a otra persona y ser amado por ella. Fuimos diseñados para el amor, y esa necesidad dentro de nosotros es tan profunda que muchos prefieren arriesgar el embarazo o enfermedades venéreas que vivir sin amor. Puede que estemos dispuestos a asumir ese riesgo porque el mundo nos dice que el sexo es igual al amor. Luego vemos relaciones en las cuales el sexo fuera de lugar o de tiempo destruyó el amor y nos preguntamos qué pasó... La única solución capaz de romper este dolor, este vacío y confusión es la virtud conocida como la castidad.
¿Qué es la castidad?
La castidad es una virtud (como la valentía o la honestidad) que se aplica a la sexualidad de una persona. Quiere decir que tomas todos tus deseos sexuales y los ordenas de acuerdo a las necesidades del amor verdadero. Por ejemplo, cuando amas a una persona, haces cualquier sacrifico por ella y haces lo que sea necesario para no dañarla. La castidad quiere decir que tomas esta decisión de amor y la aplicas al sexo.
Algunos piensan que castidad simplemente quiere decir "sin sexo." Pero eso es la abstinencia: enfocarse en lo que no puedes hacer o tener. La castidad es lo que sí puedes hacer y tener ahora mismo si lo quieres: una forma de vida que te da libertad, respeto, paz, alegría y hasta romance, sin reproches, sin temores ni angustias. La castidad libera a las parejas de la actitud egoísta de usarse uno al otro como objetos, dejándolos libres para tener y gozar de un amor verdadero. Vivir la virtud de la castidad, de forma positiva, va purificando tu corazón en todos los ámbitos, fortalece tu voluntad y tu relación íntima con el Señor.
Tanto para los casados como para los solteros la castidad significa reverencia por el don del sexo y nos capacita para dar y recibir amor de verdad.
Más en: http://unamujerunavoz.org/wp-content/uploads/2013/06/Amor-puro-Jason-Evert.pdf
viernes, 23 de agosto de 2013
domingo, 18 de agosto de 2013
El horizonte del Principito y mío
¿Qué se contempla cuando se ve al horizonte? Podría comenzar con mencionar el cielo y la línea que lo separa de la tierra o el mar. En las alturas se aprecian cúmulos nubosos que navegan entre brillantes estrellas y el sol, la más grande de todas ellas que se nos muestra al amanecer luego de una vuelta de nuestro planeta a su alrededor. Debajo del delgado límite que traza el horizonte, la superficie se exhibe llena de árboles, flores, suelo o agua. Pero este paisaje no solo se aprecia con los ojos como típicamente podemos proceder; sino que al ser visto con el corazón nos manifiesta también un sueño, una misión, una aspiración más grande. Este es el horizonte al que quiero llegar.
El Principito, nos cuenta Saint-Exupéry, disfruta mucho de las puestas de sol: atardeceres que ve hacia lo lejos en su horizonte. La magnífica imagen del sol guardándose entre las aguas o los campos provoca sentimientos de calma y quietud, llevando al observador a dejarse transportar por el camino que sigue el astro. En el momento en el que se ve tal curso, el pensamiento se llena de curiosidad, reflexión e imaginación que nos sirven para ver más claro y vamos emprendiendo un camino de ideas.
Pero confieso, no creo que nuestro pequeño amigo haya tenido
que pasar por tan largo viaje para que le encanten las puestas de sol. A mi
parecer, a él solo le bastaba sentir la suavidad y frescura de sentarse a
contemplar un atardecer. Esto es porque ha seguido y sigue el consejo de su
buen amigo zorro: sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es
invisible para los ojos. Y entonces, ¿con qué se encuentra el Principito al ver
una puesta de sol? y ¿por qué cuando está verdaderamente triste le gusta mucho
hacerlo? Se encuentra con la belleza que lo envuelve en gozo al tocarle el
corazón. ¿No es acaso eso reparador? Sí y por ello lo consuela de su tristeza.
Al igual que nuestro muchachito, a mí también me parecen
encantadoras las puestas de sol. En especial, la imagen del horizonte. Cuando
viajé a Medellín - Colombia tuve la oportunidad de conocer el Museo de Arte de
Antioquia que por esas fechas mostraba al público la más popular obra de
Francisco Antonio Cano llamada Horizontes. Al verla, me sentí cautivada por
completo. Después de muchas interpretaciones elaboradas, un intento por
equilibrar mi subjetividad con los planes del autor y consulta de algunos
artículos, esa pintura me sigue sorprendiendo. El horizonte que señala el
hombre, padre, esposo, campesino, ciudadano no termina de ser pintado dentro de
las dimensiones del lienzo.

Sin embargo, la obra no pierde su sustancialidad a pesar que horizonte como tal no se mira. Al contrario, gana un significado que permanece a todo tiempo e historia. Podría ser el deseo de un cambio que mejore la vida, el progreso, seguir nuestra vocación, el ideal más noble. Un horizonte que logrará ser completado por el espectador porque se trata de su propio amanecer o atardecer. Y así en esta tarea que nos encomienda Cano está presente que, de manera literal y metafórica, lo esencia es invisible a los ojos.
En mi horizonte, permítanme compartirles, está el motor de todos
mis esfuerzos: el amor. Puede sonar demasiado romántico para algunos y otros
que no sepan de tan dulce valor puedan llamarme ingenua. Sin embargo, es un
amor traducido en la búsqueda de bien para los que quiero y todos al mismo
tiempo. Déjenme contarles también, que esto ya lo tenía en mi corazón; pero
últimamente lo había ocultado dejándolo cubrir con otros propósitos más
inmediatos que no eran realmente mis sueños. Ando posponiendo una cosa tras
otra y además con el miedo había desordenado mis prioridades, esta ya estaba en
una estrella casi tan lejana como el asteroide B612 de la tierra.
Pero solo a
través de una pregunta pude, hace poco, volver a reaccionar y (re)encaminarme
al horizonte que tanto deseo.
- Brenda, ¿qué
hay detrás de ti?, ¿qué es lo que se esconde y te mueve a seguir ahora? –
mencionó un amigo.
(3 segundos)
- Ayudar.
Quiero servir a los demás, a los que están cerca de mí, a mi país y amar. Sé
que quizá no me creas, porque no se acostumbra a pensar a sí. Pero si de algo
estoy muy segura es que quiero seguir a Dios y hacer lo que Él quiera.
Luego
de recordar lo que me motiva a vivir y querer ser mejor, me convenzo que lo que
nos hace reales es invisible. Esa esencia dentro de cada uno de nuestros
corazones, esa magia sorprendente que no es necesaria captarla con los ojos,
esa luz que impulsa nuestras aspiraciones nos define. Ellas nos conducirán al
Horizonte.
_________________________________________________________
- Les
recomiendo leer El Principito y llenarse de la luz de este curioso amiguito. (Le
Petit Prince. Saint-Exupéry, Antoine.
1943. En: http://www.agirregabiria.net/g/sylvainaitor/principito.pdf)
-
Notas al Principito (Partes del 1 al 4) es un
interesante texto que redacta Marcelo Eckhardt.
2012. En él, el autor nos cuenta su búsqueda de lo esencial inspirado en
nuestro pequeño príncipe. (Parte 2: http://www.teladerayon.com/Articulos/Articulo.aspx?id=41996)
-
La mano luminosa: vida y obra de Francisco
Antonio Cano es un libro que relata la historia y estudios del pintor
antioqueño. Santiago Londoño Vélez. 2002. (http://books.google.com.pe/books?id=Tp5zFAWKP4QC&printsec=frontcover&dq=La+mano+luminosa:+vida+y+obra+de+Francisco+Antonio+Cano&hl=es&sa=X&ei=KHUQUrTAJ-r4yQHCtYAw&ved=0CC4Q6AEwAA#v=onepage&q=La%20mano%20luminosa%3A%20vida%20y%20obra%20de%20Francisco%20Antonio%20Cano&f=false)
-
Lucrecia Piedrahita
escribe “Horizontes, la obra de Francisco Antonio Cano” que le solicitó el BID
por el inicio de la muestra Arte y Desarrollo. 2010. (En: http://www.ecbloguer.com/letrasanonimas/?p=5740)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)